5 claves para dejar de ser complaciente

Este tema es un poco controvertido. Puede que haya hombres que se sientan también identificados en su papel de vivir para complacer, de hecho, claro que también los hay. Pero a las mujeres, educadas como estamos en el patriarcado, nos ha tocado el trozo más grande del pastel, por eso este artículo lo escribo pensando en nosotras. 

A día de hoy, no podemos negar que existe toda una generación mujeres que ha vivido (y todavía vive) para agradar a los demás: primero a sus padres, luego a sus maridos y después -y para colmo-, también a sus hijos. Con semejante herencia, no es de extrañar que todavía a muchas de nosotras se nos resista decir que “no” a los deseos de los demás, para decirnos “sí” a nosotras mismas.

Seguramente, si le preguntas a tu abuela -y quizás no sea necesario irse tan atrás en el tiempo- si ha hecho de su vida lo que de verdad le hubiera gustado, no te guste la respuesta. Puede que, como en la mayoría de los casos, no se haya dejado ser quien quería ser, – a veces porque no tenía otra opción, otras porque ni se le pasaba por la cabeza decidir por sí misma-. 

Así, todavía hoy, muchas generaciones de mujeres nos hemos criado en un entorno en que la mujer, ha cumplido con su rol de madre y esposa, pero pocas veces ha primado sus deseos. Por eso, comprobar cómo ciertas mujeres de tu familia han vivido su vida como observadoras y no como protagonistas, da qué pensar. 

Con estos antecedentes, no hacer lo que se espera de una, es todavía una losa que sigue pesando horrores para muchas de nosotras. Tal es la carga, que incluso hay quien se convence de que es mejor seguir la corriente que plantarse y ponerse por delante. En tal caso, el camino hacia la infelicidad está asegurado. 

¿Cómo dejar de ser complaciente?

Dejar de complacer es dejar de poner en manos de otros tu amor propio y tu autoestima. Por eso, entrenarse en este campo, es en mi opinión de las decisiones más importantes que hay que tomar en la vida. Sin embargo, es una tarea que no terminará nunca y por la que no debes criticarte si, en ocasiones, te sigue costando llevarla a cabo.

Te dejo las 5 claves que para mí han sido reveladoras: 

1. Ser honesta contigo misma. Como ya viene siendo un clásico, es la clave fundamental para dejar de poner a los demás por delante de ti misma.

No pasa nada porque expreses tu sentir. Desarrolla tu asertividad, exprésate tal cual eres, no temas llevar la contraria. Desacuerdo no es sinónimo de rechazo. No niegues tu manera de pensar.

2. No hacerte responsable de las emociones de los demás. Que alguien se sienta ofendido cuando tú no cubres sus expectativas no es problema tuyo. 

3. Poner límites. No digas «sí» cuando desear decir «no». Manifestar rechazo cuando algo no nos gusta no es un acto de maldad, ni te van a dejar de querer porque lo hagas. Al contrario, es un acto de amor por ti misma, y el primer paso para que te amen los demás.

4. Estar dispuesta a no gustar. Pagar el precio de perder la relación, de no agradar. Este es el paso quizás más complicado. A nadie le gusta sentirse rechazado.

5. Huir de relaciones tóxicas. Hazlo por favor. Si para esa persona nunca llegas a ser suficiente sal corriendo. Deja de moldearte, no intentes ser quien no eres solo para contentarla. Cuando alguien no te valora, no lo hará ni aunque te empeñes, y por el camino te habrás dejado tu identidad. Toma distancia y protégete. 

Por último, me gustaría recordarte que no debes nada a nadie. Deja de compararte. No pongas en manos de los demás tu amor propio y el respeto hacia ti misma. Deja de intentar agradar. No te disculpes todo el tiempo por no hacer lo que no te apetece. 

Vayamos poco a poco hacia una sociedad en la que las mujeres dejemos de cargar con culpas tóxicas -que ya se ha encargado de promover la religión cristiana- . Dejemos que las opiniones ajenas nos importes, cada vez, un poquito menos. 

Que tu amor propio y tu autoestima vayan siempre por delante. 

Un abrazo, 

 

 

***Si te gusta lo que lees, te invito a que lo compartas en tus redes sociales, y a seguirme en; Facebook, Instagram o Twitter (sí, estoy en los tres). Así estarás ayudándome a que crezca mi proyecto. Muchas gracias por estar ahí. Un abrazo muy fuerte.***

4 comentarios

  1. Complacer a otras personas en ciertos momentos de la vida no es dañino, lo que nos hace mal es que lo hagamos todo el tiempo sin importar mi propia persona, gracias por escribir, considero que es importante amarnos y tener alta autoestima.

    1. Pienso que es importante saber de dónde nace el afán por complacer. Muchas gracias por tu aportación Carol. Un abrazo.

  2. Hola!! Me ha gustado mucho leerte. Creo que es un tema que muchas mujeres aún temen y es necesario para poder ser felices. Un saludo!!
    https://martagarciaselva.blogspot.com/2020/12/un-paseo-hoy-me-apetece-pasear-me.html
    Aquí te dejo mi blogg por si quieres verlo. Espero que sea de tu agrado. 😉

    1. Gracias Marta por tu comentario. Nos cuesta mucho ponernos como prioridad, por eso me ha parecido importante escribir este post. A ver si vamos tomando conciencia. Un abrazo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *